El castillo de San Antón se empezó a construir en 1587 en un islote de la bahía de La Coruña. Anteriormente este pequeño trozo de roca estaba ocupado por una ermita que sirvió de refugio a los marineros enfermos de males contagiosos pero el sitio era perfecto para defender la ciudad de los ataques por mar y por eso se decidió levantar aquí un fuerte.
Y tan solo dos años después de empezar la construcción, cuando todavía no estaba acabado, sufrió el ataque del corsario inglés Francis Drake, en mayo de 1589. La armada inglesa no pudo desembarcar y tuvo que retirarse hasta la zona de Oza para bordear la bahía por tierra. Tras quince días se consiguió rechazar el ataque y a raíz de eso un nombre quedó asociado a esta ciudad...
El éxito defensivo conseguido por el castillo fue determinante para construir otros fuertes en la bahía: Santa Cruz, San Diego y San Amaro (estos dos últimos vergonzosamente derribados por intereses urbanísticos en la década de 1960).
Durante el siglo XVIII San Antón sirvió de cárcel. En la década de 1940 se construyó un puente para unir el islote con el antiguo muelle llamado "de las Ánimas", hoy en día ese puente queda disimulado con rocas y hasta puede parecer una lengua de tierra. Desde 1968 alberga el museo arqueológico e histórico.

Enlaces sobre los fuertes: aquí, aquí, aquí, aquí.